sábado, 7 de noviembre de 2009

Ética y Comunicación



La ética es uno de los principales factores que participan en las relaciones humanas y, por ende, en la comunicación, ámbito en el cual apunta al deber de actuar con objetividad al momento de informar, porque todos los hombres y mujeres tienen el derecho humano de conocer lo que sucede dentro del espacio en que habita, esto permite configurar la realidad.
Dentro de los medios de comunicación de masas existe una ética profesional, ya que estos actores de la sociedad son responsables de generar opinión, ejerciendo mucha influencia sobre el público. Además, regulan aspectos como los límites de la libertad de expresión, los límites de la privacidad y la búsqueda obsesiva de audiencia.
En la profesión periodística existe el Código de Ética, que son normas que regulan la manera en que los periodistas deben actuar para llegar a la verdad, en cuanto a cómo llevar a cabo una investigación, cómo llegar a las fuentes y cómo relacionarse con ellas, las prohibiciones que existen, como el plagio, el invento de historias, utilizar el soborno con las fuentes, emitir juicios exagerados o injurias, aprovechar el poder que se tiene de informar con fines negativos, etc. En general, lo que un periodista debe y lo que no debe hacer para llegar a ser un profesional de excelencia, veraz e imparcial.
Sin embargo, todas estas normas éticas son infringidas cuando, por ejemplo, empezamos a conocer que los dueños de los medios de comunicación poseen otras empresas o están vinculados con el poder político, por lo que nunca se verán expuestos en alguna información negativa. También cuando vemos cómo en los medios de comunicación se les da énfasis a noticias que no son relevantes para el país, como es el caso de los escándalos de la farándula, o cuando se muestran imágenes impactantes, sólo por vender más o por tener más rating.
Casos emblemáticos que han sido conocidos mundialmente por violar la ética en los medios de comunicación han sido:
- William Randolph Hearst, empresario y magnate de la prensa estadounidense, y que es considerado como el padre del periodismo con estilo sensacionalista, tanto en la elección como en el tratamiento de los temas publicados, que en su mayoría trataban sobre criminalidad y seudociencia, y en que las investigaciones de sus medios se dirigían a promover la ideología y las ambiciones políticas de Hearst, con el fin de destruir a sus enemigos.
- Stephen Glass, un joven periodista que inventó la mayoría de los reportajes que escribió para The New Pressident, el periódico más importante de Estados Unidos.
- Judith Miller, escritora y periodista del New York Times, aumentó el expediente de Osama Bin Laden, atribuyéndole más atentados terroristas contra los Estados Unidos de los que realmente ha realizado, como los ataques con ántrax o la existencia de supuestos depósitos de armas de destrucción masiva situados en Irak. Sus fuentes son anónimas, frecuentemente son cercanos a Dick Cheney, vicepresidente norteamericano, y la información es confirmada por autoridades pertenecientes a su mismo círculo de amistades, apoyando el ocultamiento de los errores cometidos durante la administración de George Bush y las verdaderas razones para la invasión a Irak. Por todas estas razones, Miller fue condenada a 18 meses de prisión en el año 2004.
En Chile también han existido casos de falsas investigaciones periodísticas, como el de “la balserita”, Carolina Pate, que inspiró a Francisco Aravena para escribir el libro “La Verdadera Historia de la Balserita”. Todo el revuelo que causó la noticia se hubiera evitado si las autoridades y los primeros periodistas que cubrieron la nota hubiesen corroborado la información con más fuentes confiables y cercanas a la niña, dejando de lado los rumores y especulaciones que se tejieron.

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